¿Vuestro producto o servicio aporta al cliente el valor esperado? ¿Cómo atendéis al cliente en persona, por email y por teléfono? ¿Remitís un memorandum al cliente cada vez que os reunís con él para dejar constancia de los temas tratados y para que sirva de guía a los temas por hacer? ¿Cómo comentáis con vuestros clientes en Redes Sociales? ¿Disponéis de un protocolo de gestión y solución de quejas? ¿Cómo gestionáis las comunicaciones en caso de crisis?
La imagen corporativa es la percepción que terceras personas (colegas profesionales, proveedores, instituciones públicas y sociedad en general) tienen de ti como profesional, empresa u organización. No tiene que ver con quién eres realmente (con tu identidad corporativa) sino con cómo quieres que te perciban los demás, qué impresión quieres que tengan de tus productos y servicios y del valor que les aportas a sus negocios. Y eso es algo más complejo que tener un atractivo logo y cuesta mucho tiempo construirla.
Construye tu imagen corporativa
Creas imagen corporativa en tu relación cotidiana con clientes, proveedores, instituciones públicas, medios de comunicación y sociedad en su conjunto, relacionándote con todos los que te rodean. Tu forma de contestar al teléfono, cómo respondes tus emails y el plazo de tiempo en que lo haces, el plazo de entrega de tus productos, la respuesta del departamento de asistencia técnica, cómo resuelves las incidencias, el packaging que utilizas… todo lo que dices y haces afecta a la visión que construyes acerca de tu negocio. Y has de ser muy cuidadoso para no destruir en un momento lo que se tarda mucho tiempo en crear.
¿Qué acciones desarrollar?
