Que los nuevos smartphones lleguen acompañados de nuevas versiones de sus sistemas operativos es algo a lo que los usuarios nos hemos habituado. También a que los sistemas operativos se renueven periódicamente y los tengamos que actualizar. Lo que también debemos tener presente es que dichas evoluciones significarán gastos adicionales si somos propietarios de apps en la medida en que los nuevos sistemas operativos hagan que las apps dejen de funcionar.

Apps: en desarrollo permanente

Una app permite llevar nuestra relación con los clientes a un nivel superior en la medida en que éstos nos autoricen a enviarles información, hacerles propuestas, recabar sus avisos, etc. Es un canal de venta adicional y ubicado directamente en el bolsillo de cada cliente, activo las 24 horas del día, que permite realizar ofertas y promociones, y que muestra el compromiso de servicio de la empresa.

Pero es una solución en desarrollo permanente porque ofrecer una app a nuestros clients exige tenerla siempre actualizada. El caso más cercano lo tenemos con Apple si, como todo parece indicar, a finales de 2017 el nuevo sistema operativo para móviles provocará que las app de 32 bits dejen de funcionar por completo. Y si hoy es apple, no dudes que mañana la plataforma afectada será Android o Windows. El proceso siempre es paulatino y sigue una misma pauta: el fabricante comienza avisando de que la app no está adaptada al nuevo sistema operativo (a 64 bits en el caso de Apple) y que “podría dejar de funcionar en futuras versiones de iOS”. Y el siguiente es siempre similar: todas las apps de 32 bits dejarán de ser compatibles con los nuevos iphones...

Y los cambios siempre dependen del propietario de la app

Ten en cuenta que los fabricantes provocarán el cambio pero evitarán asumir su responsabilidad. Para ello advertirán a los usuarios de la app que ésta dejará de funcionar en nuevas versiones del sistema operativo (si es que no lo ha dejado de hacer ya) dejando en tu tejado la obligación de garantizar que el servicio de tu app continuará en vigor.

Y si quieres mantener el canal de relación que has construido con tu app, deberás volver a invertir en adaptar tu producto al nuevo sistema operativo. Este es un proceso cíclico que se va a reproducir en el tiempo: nuevas versiones de sistemas operativos significarán crear nuevas versiones de la aplicación para los smartphones que operen con él.

Asume el problema y aprovéchalo en tu beneficio: actualiza los servicios de tu app, incluye nuevas prestaciones… y utiliza esa obligación de actualización permanente como una oportunidad para acercarte más a tu cliente incorporando en la app sus experiencias ¡Es el coste del progreso! ¡Acéptalo como una oportunidad de mejora permanente!